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Fragmentos

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Ayuntamiento de Valle de Abdalajis

Fragmentos

Gracias a todos:

CARLOS LUCAS MARTIN

Sucedió antes de la Guerra y en unas Navidades pusieron una noria en la Plaza:

(Fragmento)

La Pascua se ha vuelto Feria,
yo no sé ni lo que pasa.
Niña baja a ver la fuente
y verás la noria en la Plaza.

María hazme un pimentón
o si quieres un chambajo
que siento por la nariz
que el tiempo se ha adelantado.


Se llevan los quintos del Valle, pero Pepe Castro, aunque de la misma edad ya tiene el pelo canoso se libra por causas indeterminadas.

(Fragmento)

Ya se llevan a los quintos
los guapos y los buenos mozos
pero queda Pepe Albarrán
que es un gato cenizoso


Sucedió antes de la Guerra. El Ayuntamiento hace una suscripción popular bajo la promesa de dotar al pueblo de un alumbrado público y de traer el agua del Nacimiento. Al final, como siempre, ni agua ni alumbrado.

(Fragmento)

Ahora si que estamos bien,
después de tanta tormento,
ni tenemos alumbrado
ni el agua del Nacimiento.

 
Pepe González envía una cría de pollos a Bobadilla a la casa de la suegra.

(Fragmento)

Ay que puñeteros pollos,
que me dieron que hacer,
que pegaban más pitidos
que la máquina del tren


Patricio el cartero, se desplaza todos los días a la estación de Alora con el fin de traer el correo al pueblo. Dado que el tren correo llega a Alora al mediodía y se ve obligado a esperar al autobús de línea. Casado, que llega al Valle de noche, por lo que el correo no se reparte, en la mayoría de los casos hasta el día siguiente. El farmacéutico del pueblo denuncia el caso. Patricio, temeroso de perder el trabajo decide comprarse una moto, no sabía montar ni en bicicleta; con el fin de desplazarse a Alora. La moto adquirida era marca Gussi Hispania con la palanca de cambio manual adosada a un lateral del depósito de combustible, lo que representaba una gran dificultad sobretodo para los novatos, ya que les obligaba a soltarse de una mano para efectuar el cambio y el porrazo era casi seguro.

(Fragmento)

Por la mañana temprano
la Plaza se llena de expectación
por ver salir a Patricio
en el cohete a reacción.

Cuando los primeros premios de embellecimiento provinciales, el obispado decide el traslado y sustitución del cura párroco del Valle don Francisco Barragán. Pepe Sevilla, que estuvo recluido en prisiones militares por cuestiones políticas, busca firmas por todo el pueblo para oponerse a la
decisión del obispo. Al final Pepe es detenido y llevado al cuartel de la Guardia Civil para aclarar el incidente.

(Fragmento)

En la calle Real macetas
En la Plaza macetillas
y en la puerta de La Cana
la firma de Pepe Sevilla

Después de la guerra numerosos guerrilleros se refugian en la Sierra y se dedican a hacer secuestros y pedir rescate.

(Fragmento)

En lo alto Sierra Llana
han descubierto una partida,
que visten de militares
y los ricos no se fían

Los dueños de los cortijos
sueñan con " La Partida"
y el vientre se les descompone
y están cagando tres días.

Llega a mediados de los años cincuenta la moda del pelo corto en las mujeres llamado popularmente pelado a lo Garzón o " a lo loco".

(Fragmento)

Parecen las mocitas
peladas a "lo coco"
guarrillos al desteto
comiendo jopos.

En la calle Alameda , en la casa en donde actualmente está la farmacia, había un bar, propietario de Juan Delgado. Una de las sirvientas, apodada La Tormenta; mantiene relaciones amorosas con un familiar del propietario quedando embarazada.

Oiga, un poco de silencio,
y dejen el cachondeo
que el poetilla Pepito
no ha nacido en el Bujeo

Tiene un hijo Juan Hidalgo
que tiene mucho valor
porque pasa las tormentas
en mangas de camisón.

Cuando ve la renegrura
y los truenos no se quitan
sale diciendo Patricio:
Santa Barbara Bendita

A Juan Delgado Castillo
No le tiene mucha cuenta
que se forme en el café
ningún rumbo de tormenta

No era solo Patricio
el que la pluma mojaba
que había unos cuantos doctores
que a él le acompañaban.

A mediados de los años cincuenta aparece la ayuda americana representados principalmente por alimentos, leche y queso, que son distribuidos por la Iglesia.

No hace falta tener cabras
ni tierras donde pastar
con estos grandes inventos
que no paran de sacar.

En la Parroquia del Valle
han puesto una lechería
reparten queso y leche
y se entra por la sacristía.

Vivan todos mis paisanos
que acuden como leones
en busca del queso y la leche
que vienen de otras naciones.

A mediados de los años cuarenta acude a la Raja de las Palomas, pagado por D. Vicente el médico de la Localidad, un hombre que se dedica a sacar la palomina, usada como abono, descolgándose por una cuerda a mitad del tajo.

Pongan un poco de atención
y oído a la poesía
que le levanta a la Sierra
José Hidalgo García

Se ha presentado un tajero
del lado de las Pedreras
que no le teme al peligro
por mucha altura que tenga.

El susto a él no lo domina
y entra y sale a la Raja
sacando la palomina.

Don Vicente da los duros
y el hombre expone su vida
amarrado en una cuerda
y sobre un haz de arbolinas.

¿ Quién ha visto en El Canal
poner una confitería
de caramelos y dulces
que Berrocal los vendía ?.

También se bebía vino.
Lo bebían los señoritos
mientras El Mauro los entretenía
bailando los bartolitos.

Con las cosas de este hombre
el día fue entretenido.
Dijo cosas allí en La Sierra
al personal reunido.

Por recomendación de un amigo se van varias casas de familia a coger aceitunas a un cortijo de la vega de Antequera.

El 19 de Enero
con tanto como llovía
al cortijo del Marqués
salimos una aceitunería.

Cuando llegamos allí,
con el agua de aquel pozo
y la luz de batería,
ellos creyeron ganar la gloria,
pero yo no los creía.

A los cuatro o cinco días
se formo una pelotera
que para podernos venir
pasamos por Antequera.

Cuando veníamos llegando
enfrente a Doña María
al poeta le dio ansias
pero devolver no podía.

Había unos cuantos jóvenes que acostumbraban a pederse en el bar. cuando los mayores se dedicaban a jugar la partida.

Ni al dominó ni a las cartas
juegan los rapagones,
pero si van al casino
a tirarse los follones.

Hay un rapagón, Triguito,
que se merecía llevar
en la canaleja del culo
la escupidera "colgá".

Lo digo por que lo sé,
no lo digo por mentir
que hasta Berrocal desde el puesto
no dejaba de escupir.

En los años de la posguerra se procede a la construcción del convento, que coincide con la peor crisis económica.

Aunque soy lego del campo
me sobra el entendimiento
para levantarle unos versos
a esa obra del convento.

El maestro era de Málaga,
el listero de Yunquera,
y al que llega un poco tarde
le forma la palanquera.

Los obreros se levantan
antes que alumbre el lucero,
temiendo que pasen lista
y no los nombre el listero.

Los obreros del convento
son hombres de educación
pero están haciendo la obra
con el pan de la ración.

Yo me atermino a perder
siete veces el pescuezo
que con gachas de maíz
se puede preparar un almuerzo.

Algunos en los andamios
hasta les entran mareos
porque no comen los pobres
ni para salir de paseo.

Con los bollos de garbanzos
y las gachas de maíz
se han puesto las mujeres
que no se pueden resistir.

El agua del manantial del Nacimiento pasaba a través de una acequia por varias casas del pueblo para regar las huertas. Pepito vivía en calle Nueva y por el patio de su vecino Antonio Porretas, pasaba el agua, lo que este aprovechó para poner un pequeño huerto. Las gallinas de Pepito pasaban a través de unos granados, que era la separación de los patios, al huerto de Porretas. Indignado por esto amenazó con matar las gallinas, por lo que se vio obligado a meterlas en un cajón. Al final del verano y recoger la cosecha levantó la prohibición y este exclamó:

Que repiquen las campanas
desde Antequera a Mollina,
que ha levantado Porretas
la veda de la gallina.

Tiene un rostro temeroso
que al mirarlo me da pena
que parece un macandito
de esos de Sierra Morena.

Va de cazadores:

Gazparín le dice al Treinta:
vámonos a Sierra LLana
que hay allí unos conejitos
que bailan por sevillanas

El Mauro era un herrero que casa en segundas nupcias con La Tormenta. Ante la sospecha de que Arturo Muñoz de Toro corteja a su esposa, decide vengar su honor apuñalando a su enemigo,

En la calle Real del Valle
enfrente de Socorro Armero.
Vive un maestro herrero
que ha dejado la herrería
para meterse a torero.

En la puerta del chiquero
al Toro le dio puntilla.
Va y le dice La Tormenta;
Que gracia tienes Francisco
para poner las banderillas.
¡ Eres el mejor torero
que se pasea por Sevilla !

Un solterón acostumbra a trepas por las tapias buscando observar a las mujeres.

Nicolasa La Mañoña
tiene un mocito tardío
que a toda la vecindad
lo tiene comprometido.

Frasquita ven y verás
que en el pajar se ha metido.

Unas apagan el candil.
Otras se rompen el vestido.

Y Nicolasa decía:
Ese será Apodonés
que no tiene dormitorio
y se viene a recoger.

Las trabajadoras de una panadería le regalan un pan con figura de conejo.

Soy un poeta afamado
que nadie me pone tacha.
Por lo bien que os habéis portado
os doy un millón de gracias.
¡ Que conejo tan salado

En casa de José Lucas, una sirvienta, se despista y en vez de calentar los tomates calienta un pimentón.

En el Valle se ve de "to".
En la casa de Joseito
calientan el pimentón.

Una muchacha muy guapa,
que no quiero mencionar,
se llama Niña Manola,
no se vaya a disgustar.

La disputa por una gallina.

Julia con el Santo Cristo
le decía a La Nicolasa:
Echa la gallina fuera
que me falta de mi casa.

Echa la gallina fuera
que me costó seis pesetas
y te va a salir más cara
que comprar una bicicleta.

En tiempos de la Guerra, la mayor parte de los jóvenes están militarizados, por lo que la Fuente pierde uno de sus mayores encantos:”Encontrar novio”.

Las muchachas de este pueblo
del Valle de Abdalajis
cuando las mandan por agua
no saben más que decir:

¡ No se acabaran las guerras
a ver si nos sale novio
que algunas tienen que ir
derechas al manicomió.!

Y se juntan en la fuente
y forman un cachondeo
que algunas de ellas se burlan
hasta de los pobres viejos

Por la virgen del Pilar
y las Ánimas Benditas
que se acaben ya las guerras
y que no sufran las mocitas

Muchachas no disgustarse
con el poeta Pepito
y llevarlo con paciencia
que es un pobre viejecito.

Por este tiempo vivía en esta calle:

En la calle Zapateros
se crían unas mocitas
que cuando las ven los hombres
el sentido se lo quitan

La Niña de Beatriz
cuando sale a pasear
a un muerto de quince días
le hace resucitar.

Las penurias en los cortijos:

El día once de Mayo
me avisaron de baraja
al cortijo El Castillón
nunca se me olvidará,
Cuando lleguemos allí
se presenta la casera
con la cara muy arruga
Si tuviera veinte años
o tuviera algunos más,
Era mas vieja que un nudo
veía menos que un alcucero
y de reflejos parecería
el serón de un carbonero.
Nos hicieron una porra
con tomate espanchurao
de esos que cagan los niños
el día que están pulgao.
Me cago en Pancho Aguilera
que bien nos han engañado
decían los infelices
con los sombreros quitados.
Era mejor haberse ido
a donde no nos fueran avisado
al Pozo Checa por leña
junto con el Tío Matao.
Y llega don José Jiménez
el gañán de la Princesa
menos humo hago aquí
que un guarro dentro una Iglesia

También gastaban bromas en estos tiempos: Ponen una caja muy bien embalada en el puente.

¿Conocen a Diego Espejo?
Ustedes lo conocerán.
Es un hombre que ha vivido
siempre en la calle Real

Una mañana temprano
antes de apuntar el sol
se encontró con su fortuna
y aprovecho la ocasión.

Iba a La Horca a escardar
y se volvió de contento
y cuando llegó a su casa
se encontró un gato muerto.

Pepito el Boyuno se dedicaba como porquero a guardar guarros de diferentes vecinos y en vez de sacarlos a pastar al campo los encerraba y por la tarde los devolvía a sus dueños.

El veinticuatro de enero
en el garaje se presentó
una comisión de guarros
para alquilar un camión.

Estaba la yerba en el campo
que nos llega a la cintura
y están to el día gruñendo
y por la tarde en ayunas.

A mitad de la la década de los cincuenta se presenta el Tito – Pan. Consistente en la costumbre de pegarse puñetazos en la barba haciendo un ruido al abrir los labios.

Desde que ha llegado al Valle
la moda la moda del Tito-Pan,
han perdido la vergüenza
las mocitas y las "casás".
que se tiran de la cama
como si fueran perras galgas
y con el puño "cerrao"
se hacen polvo la barba.
Que perdonen el poeta
que es el pie del enemigo:
En vez de pegarse en la barba,
porque no se pegan en el ...

Paco el Alguacil tenía un bar en la plaza y por primera vez ponen un futbolín en el Valle. Por lo que se deduce no sabía lo que era un gol.

A este bar de don Francisco
se ha presentado un poeta
el que levanta los versos
sin variar ni una letra

Con este tiempo de agua
aquí vamos a perder
los botones del chaleco
viendo los puntapiés
que pegan estos muñecos.

¿O yo este juego no lo entiendo,
o será por mi torpeza?
Sale la bola rodando
y se pierde de la mesa

A mitad de la década de los años sesenta se procede a la construcción del carril que iba hasta La Alcobilla.

He estudiado en Salamanca
en Zaragoza y en Sevilla
para hacerle una relación
al carril de la Alcobilla.

Esto tiene más que ver
que una fiesta en Las Pedreras
ver pasar los carruajes
por detrás de Las Zorreras

Pero también ha dispuesto el poeta
que para el invierno no sirve

No estoy seguro que pertenezca a Pepito

Al terminar la Guerra, se refugió en una cueva, llamada El Acebuche, de la localidad de Mollina, un guerrillero llamado de mote "Almirez". Ante la denuncia a la guardia civil, estos proceden a su detención.

En la cueva del Acebuche
en la cueva bien oída
un Almirez que tocaba
y cocinero no había.

Que buen sonido tenía
para machacar las especias
que sonaba más bien
que el timbre de Pablo Iglesias

Que salgan ya las parejas
por orden del coronel
a la cueva del Acebuche
a fregar el almirez.

Han llegado las parejas
y el cobre no se fregó
y el almirez relucía
como los rayos del sol.

Pepito perdona al guardia
se lo hizo Delibertino
y el almirez con la maja
le quitaba su destino.
Que buen padrino nombró
para sacarlo de la cueva
al medico de Mollina
de la cueva lo sacó

Cuando lo vio el doctor
un fuerte abrazo le dio
porque sabía muy bien
que los guardias no le harían "na"

Lo subieron en un camión
cuando llegó a Mollina
se tiraron a la calle
hombres, niños y mujeres
y en voz alta pedían
que al almirez no le quitaran la vida.

Esto si que es república
no lo que Franco nos ofrece
que debía estar España
llena de almireses.

*La cueva había que entrar con una cuerda entonces un guardia le dijo que iba a entrar por él y el que estaba dentro de la cueva le dijo que si entraba lo mataba y entró y lo mató.